Ingredientes:
- 800 gr de harina de trigo
- 360 gr de harina de almendra
- 360 gr de azúcar
- 70 ml de anís dulce
- 300 ml de aceite de oliva virgen
- 300 ml de moscatel
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1 cucharadita de clavo molido
- 2 cucharaditas de anís verde o matalahúva
- 25 gr de semillas de sésamo tostado
- Azúcar glass para rebozar
Elaboración:
- Primero freír en el aceite de oliva las semillas de sésamo y el anís cuidando de que no se quemen, pasan de un estado a otro en cuestión de segundo, por eso es recomendable que, una vez empiecen a tomar color, apartarlo y con el propio calor del aceite se terminarán de dorar. Si se queman, lo mejor es empezar de nuevo, desechando todo lo anterior. Dejaremos enfriar.
- Poner la harina en un bol con el aceite anterior, mezclar bien e incorporar el resto de los ingredientes. Amasar bien.
- Una vez tenemos una masa homogénea, estirar con un rodillo dejándola de un grosos de 1,5 cm aproximadamente.
- Cortar con dos cortapastas, uno más grande para el exterior del rosco y otro pequeñito para el círculo del interior.
- Poner papel de hornear sobre la placa de horno y cocer a 200ºC. No tiene un tiempo exacto por lo que iremos revisando a partir de los 7-8 min. (depende del horno).
- Al sacarlos del horno estarán un poco tiernos, una vez se templen empezarán a coger consistencia. Cubrirlos de azúcar glas y poner sobre una rejilla hasta que estén frío por completo.
Nota: Importante de esta elaboración el no quemar el aceite del principio para que no amarguen las semillas y a la hora de la cocción no dejarlo excesivo tiempo porque sino quedarán como una piedra. Si existen mucha humedad donde te encuentras, es recomendable usar azúcar glas anti-humedad o impalpable; hoy en día es fácil de encontrar en tiendas especializadas.