Ingredientes:
- 2 pechugas de pollo
- 1/2 piña pelada y descorazonada
- 1 cebolla
- 200 ml de soja baja en sal
- Zumo de piña sin azúcares añadidos
- 100 ml de caldo de pollo
- 1 cucharadita de maicena
- Harina
- Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
- Sal y pimienta
- Aceite para freír
- Comenzamos cortando las pechugas en tiras gruesas.
- En un bol colocaremos el zumo de piña y la soja. Mezclamos bien.
- En un recipiente hermético, pondremos las pechugas cortadas y el líquido anterior, dejándolas cubiertas hasta el día siguiente en el refrigerador. Una maceración de 12 horas aproximadamente.
- Cortamos la cebolla en brunoise y pochamos a fuego bajo con un chorrito de aove. Dejaremos que se nos haga bien.
- Una vez pasado el tiempo de maceración, escurrimos el pollo y ponemos el caldo resultante junto con la cebolla que ya tendremos pochada y lo dejamos reducir a la mitad.
- Por otro lado, pasamos las tiras de pechuga por harina y le damos una pequeña y rápida fritada en aceite caliente, para que simplemente queden selladas con la harina. Reservamos.
- A continuación, y una vez que tenemos el caldo reducido, pasar por turmix para que nos quede una salsa más fina.
- En el caldo de pollo diluimos la maicena (el caldo debe estar frío para poder diluir bien la maicena, en caso contrario, usar un poco de agua para diluir), y lo añadimos a la salsa anterior ya reducida, damos un hervor e incorporamos el pollo y la piña picada en trocitos.
- Mezclamos un poco y dejamos que vuelva a hervir.
- Apartar del fuego y servir acompañado de un poco de arroz hervido.